E-book PDF (2,5 Mb)
Compatible solo con Adobe Acrobat Reader (leer más)

Fábricas del futuro : conocimiento social y tecnología

2017 - Plaza y Valdés

250 p.

Includes bibliographical references (p. 237-250).

La hipótesis que nos plantean los autores de esta obra es que están emergiendo nuevos tipos de industria cuyo valor lo aporta el conocimiento social de los productos que fabrican transformados en identidad, marca, estatus o vinculación social. Tan significativo es el conocimiento social que emiten y necesitan como los requerimientos tecnológicos que emplean. La revolución digital describe sociedades fragmentadas, amenazadas por la falta de expectativas y la carencia de oportunidades. Paradójicamente, la innovación de la revolución tecnológica permite ver también la proliferación de realidades alejadas del ideal de progreso, la buena vida, el pleno empleo, el bienestar…

Son sociedades que se fragmentan si la utopía tecnológica quiere ser realizada, expulsa a la población que no puede alcanzar los paraísos educativos previstos o la cualificación requerida para mantenerse en el grupo de elegidos.La dialéctica de lo social declina dos aspiraciones: coser, para aparentar ser, y conectar, para articular y simular tener los referentes e interpretar los fragmentos en los que se divide la sociedad del siglo XXI. Si el pacto social que permitió coser y conectar la sociedad-economía-cultura y la política se debilita, las respuestas para ser y estar en el mundo consisten en coser, por débiles que sean las puntadas y materiales, y conectar, sabiendo que es posible ser si hay algún tipo de conexión.

El imperativo tecnológico, las redes, la capacidad de innovar, la creatividad o la capacidad para emprender son anfitriones de la entropía y del desorden, pero también discursos de la realidad que están por inventarse.Los estudios que integran la colección Moral, Ciencia y Sociedad en la Europa del siglo XXI ―que dirigen Roberto Aramayo, Txetxu Ausín y Concha Roldán, del Instituto de Filosofía del CSIC― aspiran a complementar el ámbito ya consagrado por la disciplina CTS (Ciencia, Tecnología y Sociedad), poniendo el acento sobre la importancia del discurso ético como referente de los avances científicos y sus aplicaciones político-sociales. [Texto de la editorial]